Blog

Hace algunos dias fui invitado como ponente a un foro dirigido a jovenes con tema politico, el cual propone un acercamiento a "Las razones por las que los jovenes no se involucran en la politica" desgraciadament no pude asistir a el por razones... geograficas pero si habia un discurso preparado para esta finalidad, solo me resta dejarlo aqui en el blog y si es posible, aunque lo dudo ... recibir algun tipo de retroalimentacion.

El titulo de este foro versa sobre la implicación política de los jóvenes, un titulo definitivamente llamativo aunque difícilmente descriptivo, pero resulta difícil describir de manera sencilla el valor de la implicación política de una población altamente representativa en términos numéricos, que además sigue en aumento.
Me doy cuenta que la mayoría de los asistentes tienen alguna relación con partidos políticos y de antemano expreso mi respeto hacia todos ustedes en consideración a que mucho de lo que me corresponde exponer posiblemente sea de su previo conocimiento.
Considero que podríamos dividir el curso de estos 15 minutos o menos de participación en 3 momentos o fases, que he nombrado de manera deliberada como; toma de conciencia, acercamiento y reflexión.
Comenzamos entonces con la primer etapa; la toma de conciencia… y para ello me permito hacer referencia a lo elemental, los números, hablamos de un 35 % del grueso de la población cuando hablamos de jóvenes, los cuales podrían ejercer por su mayoría de edad derecho a voto en las siguientes elecciones, sumando además otro 5% que recién cumple para esas fechas con el requisito de edad. De tal forma que en un momento ideal los jóvenes podrían definir el rumbo de las futuras elecciones, enfatizo el carácter de ideal dado que la realidad pinta diferente.

De ahí que los focos de atención se proyecten sobre los jóvenes y sobre el fenómeno que representa el abstencionismo, el objetivo de los partidos políticos deberia ser tambien de manera ideal, cubrir la expectativa de este grupo poblacional en términos de políticas publicas y estrategias del sector privado que de manera hipotética podrían lograr un beneficio comun hacia los partidos y los jovenes mismos. Pero la realidad es que saben o sabemos que difícilmente se puede concretizar cuando se carece del interés y compromiso de los propios jóvenes.
Me puedo aventurar a sonar subjetivo cuando afirmo que la opinión de los jóvenes en términos de política es de cuando menos desencanto, y posiblemente no de la política en si, sino de los partidos y las instituciones. Resulta casi indiferente hacer distinciones de condición social o nivel educativo cuando el común denominador es el rechazo a la política de corte partidista. Valga la aclaración que es un rechazo común hacia los procedimientos e instituciones y no a la democracia.

No por esto podemos considerar a los jóvenes como apolíticos o desinteresados por las cuestiones sociales, al contrario sabemos que están interesados por temas tales como la pobreza, igualdad de género, corrupción, inseguridad, educación, trabajo, discriminación, etc. Entonces la reflexión gira en torno a lo que las instituciones políticas hacen o en términos relativos no hacen, eso que no logra comprometer a los jóvenes en su deber político y con esto entramos en la segunda fase, el acercamiento… ¿Cómo es que las instituciones políticas buscan involucrar a los jóvenes y como es que los jóvenes nos involucramos en un sentido bidireccional? Como es que se da este proceso de acercamiento, ahí esta el meollo del asunto.
Definitivamente los partidos políticos con debates internos, desintegración de bases y faltos de claridad en el dialogo no inspiran confianza alguna en el joven, pero de la misma manera un joven falto de objetivo, carente de información y reacio a cambiar sus esquemas de pensamiento es un campo fértil inexplorable para la democracia. Difícilmente los jóvenes se acercan a indagar sobre los principios básicos de un partido, sobre la estructura interna, sobre la historia y valores del mismo. Podría asegurar que incluso entre los presentes existimos personas que desconocemos esta información, información vital ya que define la filosofía de un partido y en base a afinidad con esta filosofía debería regirse nuestro proceder político.
Los jóvenes por naturaleza social buscamos formar parte de los cuadros principales de expresión, en el ejercicio de nuestros derechos, en concreto buscamos la renovación de la estructura social. Desgraciadamente las áreas de acción reales para los jóvenes son delimitadas por el nepotismo en términos políticos y sociales. Aspecto aun más en detrimento de la ya deteriorada imagen de los partidos políticos. Considero entonces que en este proceso de acercamiento entre dos intereses comunes y a la vez diferentes versa la posibilidad de generar una reestructuración de líneas de acción política que beneficien a ambas partes.
No se trata únicamente de que los partidos integren jóvenes a los sectores políticos para buscar el beneficio estadístico, sino de que tomen conciencia, que los intereses y problemáticas de los jóvenes no están desligados de los intereses del resto de la población y mucho menos del país. No se trata de pretender hablar en el lenguaje de los jóvenes, ya que no existe uno solo, somos tan variados en nuestras manifestaciones sociales que resulta imposible pretender unificar los criterios. Podemos tener una institución dedicada a ofrecer ratos de ocio y esparcimiento para los jóvenes y ganar un poco de simpatía, pero esto no acerca a los jóvenes al ejercicio de la democracia, únicamente reafirma el concepto de los votantes emergentes.
Desgraciadamente esta serie de errores en ambas direcciones tarde o temprano repercutirá con mayor amplitud en el sistema democrático del país. Se requiere de una reestructuración de las vías de contacto hacia los jóvenes, de las estrategias de toma de conciencia, se requiere de reconocernos como una fuerza democrática, no política. De atender realmente a las necesidades que nos atañen, y finalmente de erradicar esa actitud romántica y paternalista de los partidos, ya que no somos un grupo vulnerable a los elogios, no somos un incremento potencial de la estadística, somos jóvenes y exigimos respeto a nuestra realidad, cuando obtengamos esto, el compromiso y responsabilidad vendrán en consecuencia, el compromiso no es con la sociedad, ni con los grupos o con los partidos, es con la democracia.
Con esto entramos en la tercer etapa, la reflexión… que es asimilar la información y darle un sentido de acción, pero esa parte la dejo para cada uno de ustedes.
Gracias.