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Pues me parecio interesante esto de los listados (conste que dije listados y no Top 10) de cine que aprovechan un espacio de manera practica ya que puedes abordar varios filmes como reseñas sin necesidad de ser puntual en ninguno al tiempo que generas una perspectiva amplia sobre el tema de los mismos. De ahi que resulte con este listado de cine digamos con contenido "explicito" y sin mas preambulo les dejo esta informacion sobre las peliculas que portan la etiqueta de "nunca vere con mi novia a menos que estemos en el dia final del mundo" sangre, horror, gore, sexo, violencia, etc. Todos esos elementos que hacen las delicias de uno que otro asesino serial:

Salo o los 120 dias de Sodoma

"Nosotros los fascistas somos los únicos verdaderos anarquistas una vez, naturalmente, que nos hemos adueñado del estado. De hecho, la única verdadera anarquía es la del poder"

Comenzamos con esta pelicula que la verdad cuando tuve la oportunidad de verla me cimbro de tal forma que cambio en mucho el criterio que ahora utilizo para evaluar el cine, no voy a ampliar en este punto para no generar ningun favoritismo ni negativismo ante este filme. les dejo esta reseña que me parece puede abrir mucho campo de vision sobre el filme.

Pasolini mueve a los libertinos de tiempo y espacio. Pasan de ser nobles franceses absolutistas a los últimos nazis que quedan en Italia en 1944, pero conservan sus nobles cargos —un duque, un presidente, un monseñor y una excelencia—, por lo que el discurso sobre la depravación del poder está intacto. De hecho, tanto en Sade como en Pasolini, todos los protagonistas de las narraciones de las alcahuetas son nobles, ricos, curas o altos funcionarios del estado. Su descripción física y moral es inenarrable y la de sus víctimas rozan lo angelical, con lo que la mezquindad de los hechos siempre es superlativa. Pasolini era Pasolini, por eso entre otras cosas, fue brutalmente asesinado, y si bien adapta el discurso sadiano sobre la necesidad de negar la virtud para alcanzar el placer, este coge un cariz mayormente político: la imagen icónica del film es claramente reveladora, el joven Enzio levantando el puño justo antes de ser acribillado por los libertinos fascistas. Hacer el mal, dice Sade en boca de sus protagonistas, no sólo es más sencillo que hacer el bien, sino que siempre se alcanzan mayores placeres con él. Sade negaba la vida. Pasolini, que venía de realizar su "Trilogía de la vida" — El decamerón (Il Decameron, 1971), Los cuentos de Canterbury (I racconti di Canterbury, 1972) y Las mil y una noches (Il fiore delle mille e una notte, 1974)—, renegaría de ella poco después ante los continuos ataques que sufría su figura tanto de enemigos políticos como de sus supuestos acólitos. « .aunque quisiera continuar haciendo films como los de la Trilogía de la Vida, no podría porque ahora odio los cuerpos y los órganos sexuales (.) la degeneración de los cuerpos y de los sexos ha asumido un valor retroactivo (.) la vida es un montón de insignificancias e irónicas ruinas ». Saló o los 120 días de Sodoma es un film límite. Pasolini, realizador proclive a desdeñar la técnica cinematográfica en aras de un mayor acercamiento a lo poético, emplea en su última película una mirada geométrica sobre el espacio del infierno. Su posicionamiento es frío, en planos secuencia durísimos, por lo general lejanos, haciendo que las figuras permanezcan inmóviles a excepción del foco de atención de la narración. Pasolini no tiene compasión, no deja respiro al espectador, no hay nada a lo que se pueda amarrar este ante tanto horror. Para culminar la enajenación del espectador, el realizador de Teorema (ídem, 1968), utiliza el fondo sonoro de la cinta para enturbiar aún más la imagen cuando una vejación se está llevando a cabo —cf.: La escena en que se obliga a una joven a comer las heces del Duque, que excitado por las lágrimas de ésta, ha defecado en el salón—, pero dicho efecto, lejos de ser un aporte fantástico, adquiere realismo cuando se entiende que es el ruido que provocan los aviones del ejército aliado. Pasolini potencia el realismo para hacer más descarnado el terror de lo expuesto.

El cadáver de Pier Paolo Pasolini apareció brutalmente apaleado el dos de noviembre de 1975 en un barrio de la periferia de Roma, muy cerca de Ostia. El realizador había ya completado su película e incluso estaba preparando el doblaje para la versión francesa. El escándalo que se originó de todo ello ha hecho que la obra maestra que es Saló o los 120 días de Sodoma permanezca hasta hace bien poco como un film maldito, casi invisible. Es impresionante comprobar como veinticinco años después el film sigue resultando tan brutal como el primer día, a la vez que su discurso tras las aberraciones sigue siendo totalmente necesario.

Entrega del Director John Waters que nos muestra una historia tan natural como irreal, donde el personaje de Babs Johnson que vive en Baltimore en una cutre caravana junto a su degenerado hijo Crackers, su obesa madre y su compañera Cotton. Ostenta su mayor orgullo al ser considerada la persona más inmunda del mundo, título que puede ser arrebatado por la pareja formada por Connie y Raymond Marble. Ella es alta, tiene el pelo rubio pseudo anaranjado y una familia tan desproporcionada como el largo de sus cejas, es Divine, mientras se pone un churrasco entre las piernas para sentir una sensación poco más que placentera.

Película que se basa en la repulsión absoluta, el dilema de esta película podría ser algo así como: "¿Cómo ser más repulsivo que el otro?" Dos familias que todo el tiempo pelean por esto. Trabajando con actores de mentalidad totalmente Camp (que seguramente les encantan las lamparas Tyffany) y otros que piensan actuar más que bien (y algunas veces miran a la cámara), esta película se desarrolla en un mundo poco menos que macabro, donde se puede inseminar artificialmente (cuando todavía no era un hecho popular) a alguien o practicar el canibalismo libremente. Esta locura se llama “Pink Flamingos”, una película de quiebra, de deslumbramiento y asquerosidad total, tanto por su argumento, su manera de estar filmada y sus personajes poco comunes, como Crackers, que puede mantener una relación sexual entre medio de pollos.
No representa ni el bien ni el mal, representa lo artificioso, lo exagerado que pueden ser algunos. Renunciando a la idea de realidad/ficción de esta manera convirtiendo a muchos personajes en magnificas obras de arte parlanchinas. Así se constituye y cada vez se acentúa más en el cine de culto, careciendo de buenas costumbres, moralidad (cuando el complejo de Edipo va más allá que eso y se convierte en un felatio) y sobre todas las cosas del buen gusto.

Pues estamos de nuevo ante una de esas peliculas particularmente indeseables para acompañar unas palomitas en un fin de semana, parte de una serie Gore ultra popular en Japon, donde un pintor (cuya esposa ha fallecido recientemente), utiliza una cloaca como lugar para ocultarse, y para estar cerca de viejos juguetes que son su devoción. Durante una de esas incursiones, se re-encuentra con una sirena que el había pintado hacía muchos años atrás, cuando era un niño. El ser mitológico explica que luego de la sequía del río, ella había quedado atrapada en ese lugar. El pintor lleva a la sirena a su casa y la instala en su bañera, desde donde la toma como modelo para su nuevo cuadro. La pelicula es asquerosa en detalles tan "romanticos" como el hecho de que el pintor re-pinta a la sirena mientras esta se pudre,(la sirena tiene una infección que le está causando la muerte)y de los líquidos de esta(la pus de 7 colores que brota) pinta el cuadro, esta pelicula parece que pararece en una edicion especial en DVD con otras historias de esta saga de guinea pig, como la popular historia de Chiniku No Hana que era tan brutal que varias personas creyeron que era una "snuff movie" en esta edicion especial parece que están las historias: "He never dies", "Flowers of flesh and blood (chiniku no hana)" y "Devil's experiment". Una película que para amantes del genero gore, no deben de dejar de verla.

Hace algunos años apareció un film que empezaba en el presente y en lugar de avanzar, retrocedía en el tiempo: Memento, de Christopher Nolan. Mucho antes, en 1948, Alfred Hitchcock se dio el lujo de rodar Festín diabólico en sólo seis tomas, “cosiéndolas” de tal modo que el efecto era el de un plano único y magistral cuya duración –72 minutos– coincidía con la de la película. El argentino radicado en Francia Gaspar Noé reedita ambas proezas y, además, hace algo que ningún otro director había conseguido (y casi ninguno, seguramente, deseado): exhibir secuencias de una violencia tan atroz, directa y creíble que corre el riesgo de empujar a buena parte de los asistentes fuera de la sala antes que termine la función.

El principio de la película, que es el final de la historia, está ambientado en “Rectum”, un boliche sado-maso-gay de los más sórdidos que puedan imaginarse. Tanto más sordido cuanto que la cámara nunca deja de filmar (concretamente, hay una sola toma para cada bloque narrativo, algo muy parecido a lo que acontecía en la excelente Extraños en el paraíso de Jim Jarmusch). Y está todo muy oscuro, por lo que las imágenes resultan confusas, difíciles de discernir y, vamos, bastante difíciles de mirar. Pero acá ya hay una justificación global, o –si me permiten la expresión– un acople entre los contenidos y las formas: estos boliches son así, se ven así, especialmente si quien los visita está sumido en trance por haber consumido alguna droga.

O por una turbación extrema, como la que domina a Marcus (Vincent Cassel), cuya novia acaba de ser salvajemente violada y golpeada. Acudió allí con su amigo Pierre (Albert Dupontel) en busca de venganza, porque alguien le ha dicho que “La Tenia” –ese es el apodo del violador– es habitué de “Rectum”. Y después de un rato lo encuentran, o creen encontrarlo, en el segundo piso del local. La secuencia culmina con el asesinato de un hombre a quien le destrozan el cráneo (una y otra vez) con un matafuegos. El sonido que se escucha al fondo es una suerte de ominoso ronroneo industrial, minuciosamente elaborado, que hace de contrapunto perfecto para los desbocados –subjetivos, desde ya– movimientos de la cámara. Lo que sigue es la reconstrucción retrospectiva, paso a paso, situación por situación, de los hechos que condujeron a ese desenlace. Lo esencial, en cualquier caso, es que las situaciones elegidas, junto a la estructura temporal, hacen que el concepto de suspenso y obviamente su experimentación sea algo muy concreto y a la vez extraño en este film; uno ansía conocer el pasado con el mismo afán con que, en casi todas las demás películas, suele interrogarse por el futuro. Por este lado, Irreversible funciona mil veces mejor que Memento.

Marie es una joven enamorada de su pareja pero no suficientemente correspondida. Con la intención de que su amante vuelva a desearla, Marie se lanza a la búsqueda del amor físico en brazos de un semental italiano y de un hombre maduro aficionado a la dominación.

* Catherine Breillat, su directora, también ha ejercido como novelista y en su filmografía se encuentran títulos como Une vraie jeune fille (1976), Sale comme un ange (1991) o Parfait amour! (1996).

* La película ha sido un gran éxito en Francia, donde ha provocado cierto escándalo por su contenido lindante con lo pornográfico.

* Está protagonizada por la famosa estrella italiana del cine porno Rocco Siffredi. Además, supone el debut de Caroline Ducey.

Precedida por una fama de película escandalosa (por aquello de incluir escenas de sexo explícito), "Romance X" supone una tomadura de pelo en toda regla. Y no, por supuesto, porque las citadas secuencias sean lo más antierótico que se haya rodado desde "Canción de cuna", sino porque su autora pretende hacer pasar su chaqueta mental por una chaqueta sexual. Porque Catherine Breillat encadena una tras otra una lista de supuestas sesudas reflexiones sobre sexo, amor, hombre, mujer, dominación, sumisión, violación, maternidad, odio, pareja, etcétera, hasta convertir la visión de este "Romance X" en una experiencia masoquista que no hubiera desdeñado infligir el propio marqués de Sade.
Recuerda con frecuencia a la serie "Emmanuelle", donde a Sylvia Krystel se la tiraban uno tras otro, pero eso sí, con mucho "flou", mucha fotografía bonita y mucha disquisición "en off" sobre el sexo de los ángeles. Pero allí era una coartada que se sabía era la estúpida excusa para mostrar la epidermis de actores y actrices, pero aquí... creo que es un filme que deja mucho que desear.

Tanto si se tratase de una película porno disfrazada de arte o un Arte disfrazado de película porno, una cosa perfectamente clara acerca de la película francesa "Anatomie de l'Enfer" ( "Anatomía del Infierno"). Es el infierno. Y no significa sólo anatómicamente hablando. Sentado a lo largo de este pretencioso monumento a los fluidos corporales por interminables 80 minutos donde te queda mucho tiempo para tratar de averiguar en que pensaba el/la director Catherine Breillat ("Fat Girl") ¿Se trata de una seria investigación sociológica en lo que hace a los varones homosexuales gays? ¿Se trata de un gráfico de dos entradas de un estudio de carácter sexual, la relación sadomasoquista contra la obligación de terminar en lágrimas? ¿O se trata de "una atrevida exploración en la naturaleza de un fondo social y religioso tabú: la sexualidad", como reclama el departamento de publicidad de la película?

Pues lo unico creativo en este film es el hecho de que aparece el nombre de "Rocco Siffredi" en algo que no tiene que ver con el porno, quien ademas sorprende por algunos brotes de verdadera actuacion no esperados dados sus antecedentes. Todo inicia en una discoteca gay (tonos de Gaspar Noé "Irréversible") y una mujer acaba de cortarse sus muñecas. "¿Por qué haces eso?" Indaga Siffredi, que en el cuarto de baño se apresura a salvarla. "Gracias a que soy una mujer", explica Casar. Esa "profunda" revelación, se ofrece como parte de una teoría que dicta que todos los hombres, sean homosexuales o no, son tan misoginos que aborrecen la forma femenina en su estado más puro. Sigue a esto todo el desarrollo "sexual" de la pelicula sonde el lenguaje y las situaciones con motivos sexuales se muestran con una clara intencion de causar impacto en la audiencia. Creo que en el Sur de Corea tuvieron bastante suerte (o no) al no permitir este filme en sus salas de cine, en fin que uno mas a la lista de "si lo vi no lo recuerdo..."

Pelicula ya de hace años pero que precisamente por su ubicacion en el tiempo-epoca genero un revuelo impresionante, es el relato del caótico gobierno del Emperador Calígula (Malcolm McDowell), cuyas depravaciones fueron proverbiales. Luego de la finalización del rodaje, se añadieron gran cantidad de escenas pornográficas que nada tienen que ver con la trama. Como respuesta, el director Tinto Brass y el renombrado guionista Gore Vidal pidieron quitar sus apellidos de los títulos de crédito. Drama erótico / Producida por la revista para adultos "Penthouse", un drama de muy alto contenido erótico que narra el ascenso y caída del emperador romano Calígula. Sus crueles métodos para ascender al trono y su afición por todo tipo de orgías, humillaciones y demás vejaciones centran una polémica película con conocidos -y reputados- actores entre su reparto. Cuando 20 años atrás cuatro de los actores más respetados de su generación (Malcolm McDowell, Hellen Miren, Peter O´Toole, John Gielgud) interpretaron los papeles principales en una película con sexo explicito, el mundo del cine quedó perplejo. Para muchos una obra de culto, Calígula sigue siendo hoy en día una de las películas más controvertidas de la historia. No apta para puritanos ni remilgados, Calígula te impresionará con maestría mostrandote todos los detalles de uno de los períodos mas crueles y extravagantes del Imperio Romano.

Film japones donde la actriz de cine Abe se enamora de un hombre y su vida de pareja gira alrededor del sexo, llegando a encontrarse en un punto en el que la desesperacion por la muerte es el placer y la supervivencia es el vacio, un film profundo donde el deseo es interminable mientras vives y solo la muerte se considera el ultimo fin, Abe logra al final de la historia estrangular a su pareja con su propio cinturon logrando que el muera en un maximo climax, para depues cortar su miembro perdiendo asi su alma. En este tipo de amor, te amo mas cuando te mato, asi de cruda es la realidad.

Un verano, dos personas, ocho grupos, nueve canciones... Lisa es una estudiante estadounidense que está pasando un año en Londres. Matt la conoce en un concierto de Black Rebel Motorcycle en Brixton Academy y se enamora de ella. La película sigue el curso de la relación, jalonado por las canciones de cada uno de estos grupos a cuyos conciertos van: Black Rebel Motorcycle Club, The Von Bondies, Elbow, Primal Scream, The Dandy Warhols, Super Furry Animals, Franz Ferdinand, Michael Nyman... Entre la música y los grupos vemos a Matt y a Lisa haciendo el amor y cómo a través de esos encuentros sexuales se va desarrollando su relación, que dura hasta las navidades, cuando Lisa regresa a Estados Unidos.

La combinación de música, sexo explícito y el talento de Winterbottom resultaba a priori verdaderamente prometedora. Por desgracia, el estupendo director inglés se limita a unir unos planos con otros -muy bellos, eso sí: nunca escenas de sexo tan transparentes visualmente fueron filmadas con tanto mimo y respeto por los personajes- con la excusa de una a todas luces insuficiente hilazón argumental, en forma de imágenes de la Antártida y la voz del protagonista divagando a posteriori sobre las relaciones humanas. La idea de integrar con naturalidad el sexo en una narración sobre la evolución de una pareja era valiente, incluso necesaria, pero la falta de contrapuntos narrativos a las escenas amorosas -más allá de las escenas de conciertos, curiosas pero cuyo engarce en la trama es más que discutible, digan lo que digan las letras de las canciones- aborta el proyecto. A la postre, "9 songs" es una breve y fallida sucesión de secuencias excepcionalmente rodadas, con un estilo aparentemente pseudo-documental pero en el fondo perfectamente medido y cuidado -atención a dónde se refleja la luz en la última escena de sexo-, pero que, paradójicamente, deja más bien frío al espectador.

Manu y Nadine son dos mujeres abocadas a vivir de forma rebelde y sin conceder tregua a la sociedad contra la que se enfrentan. Sus peripecias al margen de la ley comienzan con pequeños robos, a los que seguirá un vengativo baño de sangre convirtiéndose en verdugos de los hombres con los que hacen el amor.

Con una muy accidentada distribución en Francia, con prohibiciones varias incluidas, es una obra de formas y planteamientos muy duros, casi traumáticos para el público en general, y que son el reflejo en la pantalla de la personalidad radical y la libertad sin límites ni escrúpulos en la que militan sus autoras. Su mensaje, en contra de lo que los rumores sobre esta cinta vienen desarrollando, no es el de un feminismo radical contado a través de una historia de mantis religiosas que pretenden vengar al supuesto sexo débil de la masculinidad imperante. Lo que Fóllame expone es el desarraigo de dos mujeres asqueadas del mundo en el que viven, sucio no sólo por el machismo, sino por un odio omnipresente, que es el que las destruye como personas y el que las sitúa en otro estado del ser, absolutamente infrecuente y en cierto modo superior, y basado en el sexo y la violencia extrema.

Rodada en vídeo, lenta en su planteamiento y, si se soporta, interesante, afronta su historia con una técnica concienzudamente provocadora, construida a partir de elementos acertados o fallidos, pero siempre radicales: una banda sonora con temas de rock duro y punk, escenas de sexo en formato tranquilamente pornográfico, una cámara que se mueve a veces a ritmo de corriente Dogma y una violencia sin tapujos, digna de la exageración de filmes como, por ejemplo, Asesinos natos. Una road movie de vidas más allá del límite, y que se empapa del odio y el extremismo de lo que cuenta hasta convertirse en una película desagradable pero con sentido, pornográfica pero rotunda, y con la virtud o el defecto cinematográfico de ser libre a costa de la provocación al espectador.

La actriz Karen Bach, se quitó la vida a los 31 años el 29 de enero, no había vuelto a rodar desde que protagonizó ’Baise-moi’ (’Violame’), la controvertida película en 2000 y clasificada X. Para rodar la versión cinematográfica de su novela ’Fóllame’, una especie de Thelma y Louise en versión porno, ultraviolento, y anarco-punk, la realizadora Virginie Despentes buscaba a una profesional del porno que además supiera actuar. "Tenía una dulzura, una feminidad increíble y al mismo tiempo se la sentía dispuesta a coger un hacha y destrozar una pared", dijo de Bach la directora, que desde la realización de la película mantenía el contacto con ella y decía encontrarla siempre "de buen humor". Cuando le propusieron protagonizar ’Fóllame’ junto a Raffaëla Anderson, la actriz acababa de dejar el porno, asqueada por un mundo donde "una vez que has rodado tu escena, ya no vales nada". Pero no quiso perderse la ocasión de hacer una especie de porno al revés, que suscitó vivos debates en Francia por su forma desenfrenada y su clasificación como X.