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Resulta que la perfección sí existe y tiene forma de mujer. Al menos eso es lo que nos dicen unos investigadores de la Universidad de Cambridge , a quienes les ha dado por investigar en torno a una fórmula matemática para medir el atractivo sexual femenino, los visionarios de Cambridge han establecido que la perfección reside en una relación cintura-caderas de 0,7. El nuevo canon de la belleza matemática acaba de ver la luz y además está encarnado en Jessica Alba.

La investigación puede parecer estúpida, pero tiene sin lugar a dudas su utilidad. Las corporaciones dermoestéticas y demás talleres de escultura corporal tienen ya una fórmula de referencia. Llega la clienta de turno, le miden, le aplican la fórmula del 0.7 y a quitar por aquí, a limar por allá y al cabo de un rato ya tenemos otra “Jessica”.

Imaginense saliendo a buscar a la mujer perfecta con cinta en mano y una calculadora cientifica, o el terrible impacto que causara en las modelos de 0.74 o 0.66 que ahora son una prueba irrefutable de su imperfección corporal. Es probable que las consultas de los psicólogos se llenen de personas deprimidas ante la imposibilidad matemática de la aceptación del propio cuerpo. Claro que, en lugar de ir al psicólogo, igual les resulta más conveniente pedir cita con el gabinete de matematicos/cirujanos más próximo, que igual con un par de derivadas y bisturi en mano les resuelven el problema.