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Goodbye Solo, es la nueva propuesta del Director independiente Ramin Bahrani que precisamente por ser independiente esta cinta no es material de grandes salas de cine pero nunca sera la calidad o estética del film la razón de esto. De una manera cruda al no encontrar otro adjetivo se nos muestra una historia que rescata ante todo el valor de la solidaridad, la solidaridad incluso en función de  aquellas personas a las que encontramos todos los días y podemos ayudar a cruzar la calle, uno nunca sabe cuantas historias hay detrás de cada mirada y es esto justamente lo que Goodbye Solo nos propone.

La historia tiene como personajes centrales a un hombre de edad avanzada llamado William con un carácter frió y rudo que atina a encontrarse con Solo un migrante africano conductor de un taxi  cuya única norma en el trabajo es tratar de hacer que cada pasajero baje del auto con una sonrisa. Se nos muestran dos historias tan distintas como lo son la de quien escribe esto y cualquier persona que lo lea a la distancia, se nos muestra el valor de la amistad y lo crudo de la vida, se nos alecciona a entender que por mucho que alguien trate de estar ahí para alguien las decisiones de ese alguien son propias y la vida misma no permite que todo  siempre sea color rosa y feliz. 

Estéticamente bien cuidada, con cortes enfáticos en lo emocional y con algún otro personaje secundario que llegas a amar de manera irrevocable, esta cinta ofrece no solo una historia interesante que de manera secundaria muestra también el otro lado de la migración a nivel relacional sino una excelente realización, en hora buena para todos los involucrados. 

Recomendada para verse con los amigos (aunque esta pequeña reseña es resultado de la reacción  que a un servidor le causo el final  de la historia a las 3:35  de la madrugada encerrado solo en casa después de ver antes una cinta de kung fu). Cruda como dije antes pero apegada a la realidad y  con un aroma emocional muy claro que se impregna aun después  de haberla visto hasta el final.