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Por estos dias levanto mis manos imaginarias al viento y siento sus arrugas de viejo, escucho por las noches los gritos de las estrellas y el silencio de la luna, les dirijo una mirada para regañar a las unas y motivar a la otra. Reviso los pensamientos que rondan mi casa uno a uno, y cada uno de ellos se convierte en un muro o en una puerta, en ausencia y presencia. Me escapo muchas veces con exito de mi vida anterior pero por alguna razon regreso por la noche y recibo un regaño, cual niño que sale de casa sin avisar. De entre todo lo que escucho y leo recuerdo no mucho o nada pero si se que antes se castraba a las personas para que su voz sonara mejor y en estos dias se les castra para que su voz no suene, cuento una a una las piedritas del tiempo que guarde en mis bolsillos y despues de contarlas dos veces finjo perder la cuenta y las tiro todas de nuevo, asi concurren los dias uno tras otro... ideas e imaginaciones que ultimamente me despiertan y me duermen, me alteran y me relajan, me sonrien o me ignoran, pero todas me desintegran finalmente.